Durante esta jornada, los iraníes salen a los parques, jardines o al campo, preparan comidas campestres y pasan todo el día al aire libre con su familia. Al final, se deshacen del “sabze” (trigo o cebada germinada) en un río o en cualquier agua corriente para que arrastre consigo lo maléfico de la vida.
Sizdah Bedar otorga a los iraníes la oportunidad de participar en una ceremonia en la naturaleza: cantan, bailan, realizan actividades tradicionales y disfrutan del frescor de la primavera.
El día 13 de farvardín, todas las familias van de excursión cerca de un río para echar las semillas germinadas y salir de la casa, pues desde la antigüedad se cree que el día 13 no se debe estar en casa.
Tamara Ohanessian, para la Voz Exterior de la República Islámica de Irán.