El informe, escrito por el secretario general del ayuntamiento, Valeriano Lavela, marca una importante intervención y contradictorios en los documentos que utiliza la Iglesia para demostrar su titularidad, que se encuentra en el sitio, una iglesia cristiana visigoda construida a principios del siglo IX y se remontan a la donación del rey Fernando III al obispo Lope de Fitero en 1236 cuando los cristianos conquistaron la ciudad
En 2006 la Diócesis de Córdoba pagó 30 € para registrar la propiedad e hizo a su nombre la Iglesia de la Mezquita-Catedral.
Pero el informe del consejo dice que el edificio no pertenece a la Iglesia ,ni a ninguna Administración pública nacional o extranjera, ni a persona física o jurídica.
Lavela escribe que la adquisición de la iglesia no tiene base legal y no puede transferir la propiedad.
Además agregó que porque el sitio ha sido nombrado desde 1984 como un patrimonio de la humanidad con valor universal excepcional, por lo tanto no puede ser propiedad de nadie.
Citando la ley romana, Lavela sostiene que los verdaderos propietarios del sitio "son todos y cada uno de los ciudadanos del mundo de cualquier época y con independencia de la gente, nación, cultura o raza".
La iglesia aún no ha respondido al informe.